Con mi Aguja
en las Nubes también ha vuelto tras un verano de lo más movido y unas
vacaciones que este año han sido muy especiales. He pasado unos días
recorriendo Nepal, un país que te atrapa y te enamorada desde el minuto
uno.
Se dice que
a Nepal se va por su montaña, pero se vuelve por su gente. Y es totalmente
cierto. Estás rodeada de un ambiente de amor a cada paso que das. Y cuando
viajas desde un país en el que parece que tenemos que levantarnos cada día con
un cabreo monumental, es algo que se agradece enormemente.
Si tenéis la
oportunidad de viajar a Nepal, os animo a que lo hagáis. Y si tenéis alguna
duda podéis escribirme a conmiagujaenlasnubes@gmail.com e intentaré resolverla.
Durante mi
viaje, he visitado los proyectos que la ONG Nepal Sonríe - Eduvisión Spain
tiene en el terreno. Nepal Sonríe trabaja en una casa de acogida en la ciudad
de Hetauda y en la construcción de una escuela infantil en la localidad vecina
de Bastipur, aspirando a mejorar las condiciones de vida de los niños: fomentando
su educación, cuidando su alimentación e higiene, su integración social y el
respeto de sus derechos, transmitiendo valores de igualdad y respeto de niños y
niñas cualquiera que sea su condición. Si queréis conocer más a fondo esta ONG
os dejo el enlace a su página web aquí.
En la casa
de acogida de Hetauda fue precisamente donde descubrí estas sillas que aúnan
creatividad y reciclaje. Cuando los medios escasean, el ingenio se pone a trabajar
para marcar la diferencia. A partir de neumáticos viejos, cañas y lanas de
diferentes colores se consiguen estos taburetes tan funcionales.
En esta fotografía podéis apreciar los diferentes tamaños de las sillas empleando distintos tipos de neumáticos |
Mezclando las diferentes lanas de colores se consiguen diversos motivos decorativos |
Combinando neumáticos viejos, cañas y lanas se consiguen estos asientos muy resistentes. |
Con esta imagen podéis haceros una idea de la elaboración del taburete |
Detalle del neumático de bicicleta utilizado |
Para volver a la rutina, aquí tenéis un vídeo, que en este
caso contiene el canto del Dalai Lama. Según los budistas, el canto de un mantra
sirve para calmar la mente. Espero que sirva para esos momentos en los que la
depresión post-vacacional se apodera de nosotros. Gracias haberme esperado
durante el verano y estar nuevamente ahí, lectores.
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